Sinopsis
«Me llamo Mia Price y soy adicta a los rayos»
Estadísticamente, la probabilidad de que te caiga un rayo es de uno entre más de medio millón. Pero a sus diecisiete años, Mia es la excepción a la norma: las tormentas siempre parecen perseguirla. Tras un trágico accidente, su familia se traslada a California, el lugar más soleado de los Estados Unidos. Un año después, un terremoto sacude Los Ángeles y sólo una enorme torre se salva de convertirse en escombros. Entonces el caos se apodera de la ciudad: hay un mercado negro de medicamentos y la gente empieza a seguir con fervor a un fascinante profeta que anunció el terremoto.
Y entretanto, Mia tiene extraños sueños protagonizados por una torre, un chico y el fin del mundo.
Ficha Técnica
Datos
Editorial: Nocturna Ediciones
Traducción: Noemí Risco Mateo
Saga: Fulminada, #1
Fecha Publicación: 03/2014
ISBN/ASIN: 9788493975067
Páginas: 422
Cubierta: Tapa blanda con solapas
Precio: 16.95 €
Primeras páginas: AQUÍ.
Editorial: Nocturna Ediciones
Traducción: Noemí Risco Mateo
Saga: Fulminada, #1
Fecha Publicación: 03/2014
ISBN/ASIN: 9788493975067
Páginas: 422
Cubierta: Tapa blanda con solapas
Precio: 16.95 €
Primeras páginas: AQUÍ.
Jennifer Bosworth vive en Los Ángeles, California, un lugar donde no suele llover. Además de escritora, es guionista y productora de cine. Fulminada es su primera novela.
Su página web es www.jenniferbosworth.com.
Opinión Personal
Al ponerme a hacer esta reseña acabo de descubrir que no es un libro autoconclusivo, sino que tendrá una continuación en ¡¡2016!! Y también tiene una historia corta publicada sobre el malo malísimo del libro: Prophet. Pero os aseguro que la historia de Fulminada parece autoconclusiva…
El inicio es fuerte y prometedor, la historia engancha. Es original porque no estamos ante una trama distópica ni postapocalíptica, más bien nos encontramos justo en el borde de una de esas situaciones. En un precario equilibrio sin saber si todo se irá al traste o conseguiremos salvar el mundo que conocemos.
San Francisco está arrasado después de una enorme tormenta y un gran terremoto, uno consecuencia del otro según han descubierto los científicos. Nuestra protagonista es una de esas personas a las que los rayos la persiguen. Ya ha tenido que marcharse de otro lugar debido a su atracción sobre las tormentas y al daño que puede causar a su alrededor sin poder evitarlo.
Su cuerpo está lleno de marcas de rayos y siente la llegada de las tormentas mucho antes de que estas lleguen. Por eso se mudaron a San Francisco, ella, su madre y su hermano. Allí no llueve nunca…
—Tú no puedes ayudarme —dijo, y su voz recobró algo de aquella lenta ensoñación—. Estoy perdida, perdida en la oscuridad. En el Valle de la Sombra. —Miró hacia la televisión. Al Profeta—. Dice que una tormenta vendrá para terminar lo que empezó, la tormenta será el fin de todas las cosas. Dice que es la voluntad de Dios y el plan de Dios. —Una diminuta sonrisa alzó una comisura de su boca—. Puede protegernos.
Le di al botón del televisor y se apagó la pantalla.
Tras la impresionante tormenta y el terremoto subsiguiente la madre de Mía, que quedó encerrada durante días en espera de ser rescatada, vive en un estado lamentable. No se hace cargo de nada en la casa y solo ve en la televisión a un telepredicador que se proclama el Profeta y fue capaz de predecir la tormenta. Estos Seguidores de la iglesia de la Luz, visten de blanco y van proclamando el fin del mundo para dentro de tres días…
En oposición a este grupo se encuentran los Buscadores, que intentan detener tanto al Profeta como su vaticinio. Lo curioso es que ambos grupos señalan a Mia como un elemento fundamental para llevar a cabo sus misiones… ¿por qué?
Por supuesto aparecerá nuestro chico misterioso que sigue y salva a nuestra protagonista cuando puede y que, a pesar de saberlo todo, no le cuenta nada porque “no está preparada para oírlo”… O sea, faltan tres días para el fin del mundo… ¿a qué espera?
Aquí es donde la historia pierde bastante “fuelle”, en mi opinión los problemas y situaciones resultan bastante increíbles ya que se hubieran solventado con una simple conversación o explicación. Mantener el misterio hasta el final, en este caso, no me ha funcionado. Al contrario, las decisiones (todas bastante erróneas y caóticas) que toma la protagonista te hacen desesperar bastante.
—Ya sabes: las visiones, los presagios o lo que sea. Normalmente pasan cuando…
Me mordí el labio.
—Cuando te toco —terminó él en voz baja, un poco entrecortada, como si no pudiese recobrar el aliento—. Por lo general, suelo controlarlo. Otras personas no siempre ven lo que he visto cuando las toco, no a menos que yo lo desee, pero… contigo ha sido más difícil.
La habilidad de Mia para atraer los rayos e incluso utilizar su poder, algo que me parecía tremendamente interesante, queda poco explotada. Al igual que los poderes que tienen otros personajes. Se hace poca referencia a ello, se le podría haber sacado mucho más “jugo”, pero la autora no se arriesga y opta por un camino trillado: la protagonista corriendo peligro por salvar a su madre y a su hermano, y siendo bastante tontita, y el chico callado sin contar nada, no vaya a ser que ayude en algo…
Así que en general es una historia interesante, muy bien contada, pero que pierde consistencia debido a carencias que se podrían haber arreglado con facilidad. La protagonista, en vez del personaje interesante que nos imaginábamos al principio acaba siendo bastante tontita. El chico guapo demasiado misterioso para que sea creíble. Vamos, que los mejores personajes serán la madre y su síndrome de estrés postraumático y el Profeta y su visión de un mundo purificado.
No os aburrirá y mantendrá vuestro interés, sobre todo con las páginas finales y tanta tensión que al fin llega al límite, pero tampoco esperéis el libro del año. Como primer libro creo que la autora tiene mucho potencial, la historia atrae y está muy bien contada, pero se pierde en el desarrollo. Seguro que es algo que puede solventar en futuros libros.
Muchas gracias a Nocturna Ediciones por el ejemplar para la reseña.